viernes, 6 de enero de 2012

Diario

DIA 1
3 de septiembre de 1987

Me acabo de despertar. Una noche bastante normal para lo que suele ser- pocos ruidos aunque bastantes risas. Creo que era el cumpleaños del vecino de enfrente, así que supongo que algún regalo le habrán hecho.
Por la ventana no se ve mucho. Parece que hace bastante frio porque los de ahí abajo van con sus enormes y acolchados abrigos, sus lanudas bufandas y sus calientes gorros.
Delante de la puerta número dos está Jose, como cada mañana. En la tres está Charlie, hablando con Lolo para variar, más aburrido que nunca pues no para de frotarse el bigote.
Ya me he vestido, aseado y echado un buen chorro de agua en la cara para despertarme. Aun sigo con el agujero en mi zapatilla, así que espero que esta semana Magie me regale unas nuevas.
La puerta se abre y aquí te dejo bajo el cochón, luego continuaré contándote.
………………
Ya estoy de vuelta una hora después. El desayuno… nada especial, el de todos los días: gachas con leche, un tanto ácida por cierto. Los de siempre de peleas, pero yo ya ni me meto, Si quieren partirse la cara ellos verán.
Ahora en quince minutos bajaré para hacer algunas cosillas: plantar un par de plantitas, pintaré un poquito y recogeré, porque seguro que está todo tirado. Supongo que hasta esta noche no volveré así que espero pasar un mejor día que el que tuve ayer, que la verdad, no se lo deseo a nadie. Parece que toca un día atareado, pero… quién sabe lo que nos depara la vida. Te puedes esperar lo mejor y esto no llegar nunca. Por cierto, me gustaría que alguien viera donde estoy escribiendo, se llevaría una gran sorpresa. En fin, el autobús está aparcado en la puerta. Una lata de chatarra enorme en la cual el ayuntamiento no piensa invertir un duro. Un día tendremos un accidente. Lo dicho, parece que haré una pequeña escapadita esta tarde. Se me ocurre… ¡Un museo! Hasta esta noche diario. No pases mucho frío.
………………..
¡Ya estoy de vuelta! Menuda tardecita. Como decía, al final he terminado en un museo. Cuadro va, cuadro viene, un paseo tras otro, mil pintores y marcos horribles. El señor que cuidaba el museo era un pesado con sus indicaciones de no piséis ahí, no toquéis eso, cuidado con lo otro... La guía explicaba y yo no me enteraba de nada, palabras rarísimas y un vocabulario demasiado pedante diría yo. Un poco rollo la verdad. Mira que dicen que nos culturicemos y vayamos a sitios para aprender cosas, pero es que yo sigo siendo incapaz de no dormirme mientras nos meten toda la charla. Lo gratificante que hubiera sido ver un partido de basket en condiciones con nuestra cerveza y palomitas en la mano, gritando a los jugadores para que se ganen su sueldo y piropeando a las chicas que salen a bailar al campo, ¡eso si que es un espectáculo!

En fin, ya he cenado, así que me voy a echar a descansar un rato, pensar en algunas cosillas que tengo por ahí pendientes, luego cerraré los ojos y a dormir, mañana espera un buen día, aunque parece que será un poco ajetreado.

Buenas noches diario.

DÍA 2
4 de septiembre de 1987

Recién despierto me encuentro solo escribiendo en mi block. Noche de ruidos y todo muy molesto. No tengo el gusto por comer. Es muy pronto y creo que debo dormir mejor de noche, pues no puedo seguir como un zombie.
No tengo mi mente en que me encontraré hoy pero ni me preocupo por ello. Creo que me he jodido yo solo todo lo que es noche y lo que no lo es. En fin, no me dejo opciones, he de seguir con todo. Me voy solo por comer los bollos del cocinero y su leche, si es que se puede decir que lo que bebo es leche y no puré.
Si tienes un horrible comienzo, los primeros minutos siempre son horribles… en fin, un sol feo se ve en el cielo, lo mejor es hundir el botón del off. Te dejo, pero luego te recogeré de nuevo. No te olvido.
…………….
Estoy de nuevo. Poco movimiento por todos los sitios. Hoy no tengo empuje por escribir y me pongo en lo peor de todos los minutos que tienen que ir diciendo fin. Si todo es de suponer, sencillísimo, ¿por qué yo no lo veo como todos? Me voy, pero en poco tiempo tú y yo nos veremos de nuevo escribiéndonos unos versos de odio por el mundo. Mi rostro es un texto que lo dice todo. Nos vemos entre el fin de hoy y el principio de un nuevo suceso.
…………….
Bueno, otro momento contigo. Poco que decir de hoy. No hemos conseguido lo que nos hemos propuesto por lo que todos los individuos, que bien les conozco, no puedo decir que en este momento son unos tíos felices. Lo corroboro, conozco los modos y los logros, y lo de hoy no gustó. Pero no me meto, no pienso tener pollos muy gordos con ellos, si no se consigue, yo doy por supuesto que no puedo terminarlo, y no por no poder, si no por no querer.

Se terminó el sol y con esto termino. No tengo mucho que decir por lo que no me dejo elección a despedirme pero volveré en no mucho, o eso creo y espero.
Cierro los ojos con lentitud y me duermo. ¡Por cierto! No tengo con que escribir en el trozo de folio este. Espero que me compren otro un poco decente porque esto es un poco de pobres, y yo tendré muchos nombres pero pobre no. Vamos, que me lo merezco.
Nos vemos brother. Duerme bien.

DÍA 3
5 de septiembre de 1987

Bueno un día más. La verdad es que hoy pinta algo mejor. Lo rutinario no cambia, pero me asomo por la ventana y todo parece haber dado un giro. Un día soleado puede hacer que veas las cosas de mejor forma. Antes de ir a desayunar me gustaría contarte algo. Quizás algunos me llamarán loco por tomar a un diario como mi amigo, pero es lo más parecido que tengo. Mi historia se remota a hacer cinco meses. La soledad que se introducía en mi vida era enorme. Llevaba sin ver a una persona querida muchísimo tiempo, quizás meses y hasta años. Aquél día, era un día como hoy y todo parecía que iba a ir a mejor. Había salido el sol y todo el mundo parecía más contento, entonces, recibí una llamada. Era Magie, su voz dulce y segura de sí misma era inconfundible. Nos tiramos hablando una hora entera, bueno, la verdad es que sólo hablaba ella, yo me dedicaba a escuchar su armoniosa voz, que con eso me bastaba. Me estuvo contando cosas sobre el pequeño Mikel y sobre su madre, la cual estaba bastante enferma. Sólo me hablaba de ella. Me contaba todo lo que la había sucedido minuto a minuto, sin parar de reir y de gritar cuando algo nuevo e interesante iba a ser pronunciado por sus labios. Fue el mejor día de mi vida.
Te dejo que voy a comer algo, que luego si no me dan los mareos de siempre. Hasta ahora amigo mío.
………………..
¡Me he escapado un ratito! Son las siete de la tarde más o menos, y,  ¡ya no puedo más!. Estoy agotado. Llevo toda la tarde haciendo cosas, de arriba para abajo…en fin, quería contarte una cosa que me sucedió hace dos semanas, ya que hoy es un día alegre de sol, contemos cosas buenas y bonitas. Clark, el chico con el que a veces vivo, sufrió un accidente por las escaleras que bajan al comedor. Como el siempre va tarde a todos los lados y yo suelo ser bastante puntual, coincidimos en dichas escaleras. Mi compañero, sufrió un resbalón escaleras abajo. Si no me equivoco, son unas treinta y cinco escaleras. Cuando vi que resbalaba, sin pensarlo instintivamente, me lancé hacia arriba, puesto que yo era el que subía, y conseguí que su cabeza no se empalara en los clavos que sobresalen a los laterales de las escaleras. Yo ni me lo creía, pero él mucho menos. En fin, sólo una anécdota que hizo que me sintiera tan bien como nunca. Me voy corriendo otra vez con este subidón de adrenalina. Esta noche vuelvo colegui.
……………..
¡No paro! Me voy a dormir ya. Se me ha pasado el día volando y es tardísimo. Sólo contar lo último, ¡es genial!, aunque seguro que a algunos les parece una chorrada, pero a mí me viene de perlas, ¡Me he encontrado un paquete de tabaco! ¡Pero que afortunado soy!
Hasta mañana hermano.

DÍA 4
6 de septiembre de 1987

No puedo casi ni abrir los ojos del sueño que tengo. Menudo error haberme acostado tan tarde ayer por la noche. Me bajo corriendo a desayunar, luego te contaré en que va a consistir mi día porque… ¡Hoy es sábado!
……………….
Bien, ya estoy. Como he dicho antes, hoy es sábado. Eso significa que veré a Magie. Tengo pensado llevarla por el jardín que, al ser otoño, estará todo lleno de hojas y no hay nada que más le guste a ella que patear los montones de hojas caídas. Antes de irme voy a contarte una cosa que me sucedió ayer por la noche, y es que me llevé una decepción enorme. Descubrí a Clark robándome el paquete de tabaco que me había encontrado. El problema, no era el paquete de tabaco, si no la decepción que me llevé porque, el que creía que era mi mejor amigo, me había robado. Creo que, a nivel personal, es una de las mayores decepciones que me he llevado de un tan amigo mío.
Hoy me duele bastante la pierna por el cambio de tiempo. Hace unos meses, jugando al fútbol con los amigos de la zona, sufrí una terrible falta que me fracturó tibia y peroné. Me operaron de urgencia pues se me salió el hueso a través de la carne, y me dejaron bastante bien, pero aún sufro las consecuencias del cambio de tiempo por aquel fatídico e indeseable accidente que me mermó de hacer muchísimas cosas.
¡Me voy corriendo! ¡Luego nos vemos que voy a ver a Magie!
…………………
¡Dios! ¡Diario! ¡Se me caen las lágrimas! Necesito ayuda…consuelo…un hombro sobre el que llorar ¡Socorro! ¡Por favor! ¡No! He estado dos horas esperando a Magie en el hall a que viniera. Han ido pasando gran número de mujeres por delante de la puerta, pero ninguna era ella. Se ha echado la noche encima, oscuridad podía con la claridad del sol y este se ha ido como mi esperanza. Al cabo de las dos horas esperando, ha llegado un señor desconocido para mí. Me ha dicho…me ha dicho…que Magie no iba a venir. ¡Qué no iba a venir a verme! Me muero de pena amigo mío. ¡No levanto cabeza! El señor me ha dicho que…Magie no iba a aparecer nunca más, ¡Qué Magie había muerto! ¡Está muerta! Muerta para siempre, y ya nunca volverá. No la volveré a ver. Mi vida ya no tiene ningún sentido después de esto. No se como acabará todo.
Adiós diario, adiós.

DÍA 5
7 de septiembre de 1987

Hola. Anoche no cené y no tengo ganas de desayunar. No he dormido en toda la noche y ya no me quedan uñas. Mi almohada esta llena de lágrimas y, a pesar de mi enorme depresión, no me he hundido del todo. He estado toda la noche pensando, pensando en todo lo que quería haber hecho con ella y no he podido por las circunstancias que me rodean: Magie llevaba diecisiete años trabajando en un bar de la esquina de nuestra antigua calle. No cobraba mucho, pero todos los meses ahorraba la mitad del sueldo para que cuando me reuniera con ella nos fuéramos de viaje, un mes entero, nada más y nada menos que a Madagascar, cerca del cuerno de África. Nada me hubiera gustado más que pasar allí un mes de mi vida con ella. Pasear por las enormes playas bajo el cálido sol de África, junto a su naturaleza y todo lo que nos hubiera rodeado. Este suceso lo cambia todo, puesto que, al no estar Magie, no tengo donde vivir, como mantenerme hasta que encuentre trabajo y mil problemas más.
Tampoco podré llevar a cabo mi sueño dese que soy un mocoso: ser jugador profesional de baseball. Llegar a las grandes ligas del mundo y ser terriblemente famoso por mi magnífico golpeo de la pelota. En fin, no se lo que es peor de todo esto. Voy a bajar al jardín a dar una vuelta y ya de paso, patearé algunos montones de hojas caídas que quedaron ayer sin patear. Esta noche volveré. Saludos diario.
………………..
Ya estoy de vuelta. Como ya supondrás…un asco de día. Sólo le doy vueltas a una cosa…ya imaginas. Te he contado un par de cosas que me habría gustado hacer con y sin ella, pero hay algo que nada podrá sustituir. Tenía un sueño desde hace diecisiete años. Algo con lo que he soñado justo la mitad de mi ajetreada vida, y es, bueno era, casarme con Magie. Era mi motivo de seguir viviendo, la causa por la que estoy aguantando desde hace tanto tiempo, y me he dado cuenta, de que ya no merece la pena seguir. Vivir forzado es lo peor que le puede pasar a uno en su vida.
Estoy otra vez de bajón amigo. Iluso de mí por pensar que no estaba deprimido, pero estoy más que eso. Estoy completamente hundido. Me despido de hoy, creo que lo mejor será cerrar los ojos y ver que me depara mañana.
Adiós amigo, hasta mañana.

DÍA 6
8 de septiembre de 1987

Segundo ruidoso día sin dormir. Hay algo que me lo impide.Una noche destructiva llena de horrores en mi cabeza, en mi mente, en mis pensamientos y en mi forma de pensar. No hay cosa que intente recordar de antes de que estuviera con ella pero todo me lo retrocede a nuestra época, a nuestras idas y venidas, a nuestro camino en un sueño que, por desgracia ya no se cumplirá.
 Cierro mis chirriantes ojos y aparece ella, los abro y vuelve a aparecer. Piense en lo que piense se me viene a la mente. Si me giro al lado derecho de la cama, me acuerdo de aquellos días en  los que me decía que ocupaba su sitio en nuestra cálida cama. Si me giro a la izquierda, me acuerdo de cuando me decía que me acercara más a ella en las noches de frío invernal. Me he levantado más de setenta veces de la cama, he mirado a la enorme y blanca luna más de cien y he pensado en Magie más de mil. Me he dado cuenta de que no merece la pena terminar todo esto y rehacer mi ácida vida. Continuar, ¿para qué?, en fin. Empezar una gustosa vida nueva en otro lado, ¿con qué fin?, ¿buscar la felicidad en otro lugar? No amigo, esta vez no. Llevo peleando mucho, mucho tiempo para ahora llegar a este punto. Algunos dirán que no es justo, otros que sí, otros que no me lo merecía y otros opinarán que nadie se merece eso. La cuestión es que a mi la opinión de la gente me da igual. ¿Quién va a opinar sobre mi vida? Los que mandan, o mis vecinos de ladrillo, o quizás el arrugado conductor del autobús de los paseos de los miércoles, o tal vez el maloliente cocinero. Gente que no tiene nada que opinar en mi vida. Ahora mismo estoy solo. Solo en un ahumado mundo de injusticias, hambre y muertes. Amistades falsas y por conveniencia, robos y peleas, maltratos físicos y psíquicos. Yo, he intentado luchar contra todo esto junto a Magie y quería seguir en cuanto pudiera haberme juntado a ella, pero visto que el mundo ha querido ir contra mí, aquí termino yo. Para la próxima persona que encuentre mi diario y lo lea, en este caso tú querido lector, me presentaré.
Mi nombre es Gary Knoxville, tengo treinta y cinco años. Soy preso en la prisión de Louisiana desde hace diecisiete años, me alojo en la celda 391, en el tercer piso de la cárcel. Desde mi ventana se ve el patio, parte de la carretera y las puertas dos y tres, así como la enorme luna cada noche que me voy a dormir. Esta es la forma en la que me despido de la vida y de todos vosotros. El suicidio no es algo malo, sólo es una forma de ver las cosas. Adiós querido diario y adiós a todos. Espero que la vida os trate mejor de lo que me ha tratado a mí. Dejaré mi celda vacía para el próximo compañero, espero que le sea tan hospitalaria como ha sido para mí durante este largo período.